¿No ha soñado nunca con hacer vacaciones en un lugar sin turismo organizado, sin edificios a medio acabar, sin tráfico, con senderos marcados para grandes rutas o para subidas a lugares fascinantes, desde donde, por ejemplo, es posible ver los Pirineos nevados y el mar a la vez? O simplemente no planear nada, adaptarse a lo que viene, gozar del vino más celebrado en estos últimos años, ir a pequeños, pero selectos, restaurantes de pueblo, hacer una siesta después de la piscina y de una buena comida, salir a la puesta del sol para escuchar la naturaleza y un par de voces humanas, el ladrar de algún que otro perro y nada más.

¿No puede creer que exista un lugar como este?

Pues existe, el Priorato es simplemente así y sus pueblos son cuidados y han sido renovados con todo cariño. Torroja es uno de estos pueblos, para nosotros el más emblemático y entrañable. Cuesta creerlo, pero en un pueblo como este, el tiempo transcurre de otra manera, le invitamos a que lo descubra usted mismo. Será bienvenido.

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