Naturaleza

El Priorato no es una región mansa y suave. Si bien los caminos y senderos están cada vez mejor señalizados, siempre es posible perderse en alguna hondanada llena de matorrales espinosos. Naturalmente existen las GR (Gran Ruta) y en estos últimos años los encargados del Parque Natural del Montsant han renovado toda una serie de antiguos caminos de herradura que vale la pena seguir. Todos ellos están bien marcados y conducen a lugares de encanto como el de la Grau dels Bous (entre Vilella Baixa y Cabaces), que además de subir de forma empinada, haciendo honor a cualquier sendero de los Alpes, nos lleva cerca de dos cisternas antiguas perfectamente conservadas y repletas de agua fresca. Fuera del Parque del Montsant propiamente dicho existen cientos de caminos que conducen a viñedos recónditos, la posibilidad de perderse es mínima y desde cualquier colina uno puede orientarse fácilmente y volver al punto de partida sin problemas. El único problema son los barrancos impasables.

En la zona del Montsant se han establecido estos últimos años una gran cantidad de rutas para escaladores (freeclimbing), a cual más impresionante, para la gente que prefiere colgarse de una roca a tener los dos pies en tierra. Hay rutas de escalada en Siurana, en el propio Montsant (La Morera y Scala Dei) y también en Margalef – por ejemplo cerca de la ermita de San Salvador). Hay quien va más lejos y se adentra en los estrechos de La Frejus. Todas estas formaciones son interesantes también para los que no quieran escalar puesto que la belleza y el colorido de las rocas son singulares y fascinanates a todas horas, sin hablar de las formas y los perfiles que cambian con cada recodo del camino.

Tampoco faltas rios en la región, con nombres entrañables, ahí está el Cortiella que pasa por Porrera, el Siurana que atraviesa todo el Priorato para más tarde desembocar en el Elbro, el rio Montsant que transcurre por la ladera norte del macizo, a la altura de Margalef forma un pantano en el que uno puede sumirgirse un dia de verano. Este mismo rio viene ya de Ulldemolins y pasa por toda la vertiente norte del Montsant, así pues, hasta Margalef transcurre salvaje y poco visitado, hay quien dice que todavía quedan un par de nutrias en él, así sea. Nosotros hicimos esta excursión hace años a caballo y tenemos pensado repetirla cuando sea posible. Hay tantas cosas por ver!

Este verano estuvimos en un macizo rocoso cerca de Rasquera, la verdad es que solo queríamos ver las pinturas rupestres al comienzo del sendero, pero una vez vistas nos sobraba tiempo y acabamos haciendo una subida francamente alpina hasta llegar a una cresta desde  que se podía ver por un lado el Delta del Ebro y por el otro una zona montañosa entre El Perelló y Rasquera. Claro que tuvimos suerte de que hacia un dia un tanto nublado, a pleno sol apenas lo habríamos sobrevivido, pero el paisaje arriba nos dejó fascinados y nos recompensó por completo pues no tenía nada que envidiar con Los Alpes. Está apuntado para repetir y seguir más adelante por la GR.

En invierno es posible que caiga un poco de nieve e incluso se quede un par de dias como lo ha hecho el 2009. En estos casos, el paisaje sufre un cambio tan radical que apenas si lo reconocemos. Los payeses y sobre todo los que tiene viñedos, están encantados porque la humedad en forma de nieve penetra lentamente en la llicorella. Para los olivos el frio no es tan bienvenido y más de una vez se pierde parte de la cosecha por helarse las aceitunas antes de llegar al molino. Con todo ello queríamos decir que la naturaleza todavía no ha sido domesticada en el Priorato, los cultivos conviven con el bosque, la maleza de la“macchia” el campo abierto, poblado en primavera con mil flores multicolores, entre ellas orquídeas terrestres, en otoño con setas de todo tipo, higueras majestuosas cargadas de sabrosos higos, hierbas aromáticas y zarzamoras gustosísimas.