Gratallops, hay quien llama a este pueblecito “el corazón del Priorato“, cierto es que aquí es donde empezó a latir la fiebre del vino hará unos diez años. Este pueblo está a justo 6 Km del Torroja y casi es de paso obligado para muchas excursiones dentro y fuera de la región. Nosotros vamos a comprar el pan a Gratallops porque es excelente, también nos aprovisionamos en la Ecobutiga del sindicato, provista de todo tipo de delicias culinarias, además de vino del propio sindicato. Y no son los únicos que venden vino en Gratallops, aqui se han afincado los pioneros de primera hora, como son Pastrana, René Barbier, Alvaro Palacios y unos cuantos más. Nuestro predilecto es El Céller Cecili, muy cerca de la panadería, una bodega que desde siempre ha estado en manos de uno de los “irreductibles” del Priorato que nunca perdieron la fe en una resurrección de sus vinos. Al Sr. August, dueño de esta bodega de toda la vida, no le fue preciso “afincarse” simplemente nunca ha dejado de producir vino de primerísima calidad. El, amable como siempre, con mucho gusto les dejará probar su excelente vino, en botella o en bombona de plástico, este último se puede comprar sin reparo alguno, nosotros somos garantes.
No vamos a nombrar todos los restaurantes de Gratallops, es mejor descubrirlos por sí mismo pues van desde el sencillo restaurante de pueblo hasta áquel en el que se puede saborear la más refinada nouvelle cuisine.
Gratallops no seria un pueblo del Priorato si no tuviera también tiendas artesanales. Además de la ya nombrada Ecobutiga, vale la pena visitar la tienda de miel (no solo venden miel del pais, sino también chocolate ecológico, vinagres, cosmética, etc.) frente a la panadería y la tienda de cerámica de Lluis, unos cien metros más allá en la misma calle, justo antes de llegar a la iglesia.